¿Qué entendemos por sostenibilidad económica?
29 de abril de 2021 2024-05-02 10:43¿Qué entendemos por sostenibilidad económica?
En La Tercera Pata tenemos la sostenibilidad económica como eje principal de nuestro trabajo. Es el punto de partida para nuestra contribución al fortalecimiento de la Economía Social y Solidaria y de los proyectos sin fines lucrativos. Pero, ¿Qué entendemos por sostenibilidad económica? Vamos a intentar responder la pregunta en este primer post, aunque seguramente muchos aspectos necesiten ampliar información más adelante.
Tratando de ir a la esencia del concepto y resumiéndolo en una frase, podríamos definir la sostenibilidad económica como:
“la capacidad de maximizar el objeto social de la organización garantizando unas condiciones dignas para todas las personas implicadas en el proyecto, incluyendo tanto a las que están dentro como a las que colaboran desde fuera”.
Creo que merece la pena desgranar esta frase un tanto farragosa por partes. El empezar hablando de la “capacidad de maximizar el objeto social de la organización” pretende reforzar la idea de que, tal y como defiende la Economía Solidaria, el objetivo no es la maximización de beneficios económicos, sino que la gestión económica es un medio (una tercera pata, podríamos decir) para lograr un mayor impacto en la sociedad. A pesar de que nuestro trabajo se centra mucho en números y cálculos aparentemente técnicos, en ningún momento olvidamos la perspectiva de que éstos tienen que estar al servicio del proyecto.
A continuación se incide en la necesidad de “garantizar condiciones dignas para todas las personas”. Cuando hablamos de condiciones dignas, somos conscientes del amplio abanico de necesidades que deben ser cubiertas, desde los cuidados más básicos hasta las necesidades materiales, pasando por la creación de espacios seguros de desarrollo. Desde La Tercera Pata, sin olvidar el resto ni por supuesto desmerecerlos, centramos nuestra aportación en el aspecto de condiciones económicas y laborales. Durante muchos años hemos visto como iniciativas muy potentes se desgastaban y quemaban por no tener unas condiciones laborales mínimas; como la auto-explotación y la priorización del objeto social hacían que los proyectos no pudieran llegar a consolidarse. Desde los feminismos se incide mucho en la necesidad de auto-cuidado para estar en condiciones de cuidar al resto. Consideramos que este auto-cuidado también puede, y debe, tenerse en cuenta en lo referente a necesidades económicas. Solo así podremos construir proyectos duraderos que merezcan la alegría de ser vividos.
Por último, la definición habla de incluir también a las personas “que colaboran desde fuera”, frase que requeriría un matiz importante para recoger la sostenibilidad ambiental en forma de coletilla “y al planeta también”. Estamos hablando de las personas que entregan productos o servicios a nuestra organización, a las que consumen o a las que dirigimos nuestro trabajo y energía. Incluye todo el ecosistema de relaciones que se genera en un proyecto. Creemos que no tendría sentido plantear proyectos económicamente sostenibles si para ello necesitan precarizar a sus colaboradoras o si hacen recaer todo el esfuerzo en el eslabón del consumo generando un resultado elitista. Apostamos por la creatividad, las herramientas de gestión y el empleo eficiente de los recursos para conseguir proyectos sostenibles que tengan una mirada global.
¿Quién dijo que la sostenibilidad económica era sencilla de explicar? ¡Y todo lo que se ha quedado en el tintero! En futuras entradas hablaremos de las diferentes etapas vitales de los proyectos y de cómo este enfoque puede apoyar en cada una de ellas, nos plantearemos las externalidades como concepto muy visual para entender quién paga lo que no se incluye en el precio, el concepto de prerredistristribución que encaja muy bien con la sostenibilidad económica… Si por el momento te ha quedado alguna duda o quieres hacer tu aportación, ¡será un placer leer tus comentarios!